El buscar una cámara con más controles manuales y mejor calidad viene con el sacrificio de tener una cámara más grande y pesada y por lo tanto menos portátil además, obviamente, de la diferencia de precio.
Tras pensarlo un poco me decidí por una cámara de las denominadas ‘bridge’ o ‘puente’ que son compactas con controles manuales pensadas para la gente como yo que todavía no desea comprar una reflex, más cara, sofisticada, grande y pesada, pero que tampoco se conforma con una cámara de las de típicas ‘point and shoot’ para el mercado en masa.
Tras leer un poco en Internet y ver un par de tiendas (desafortunadamente no todo lo que se ve en Internet se encuentra en el mercado local) tuve que escoger entre una Sony Cyber-Shot DSC-H50 y una Canon PowerShot SX-110 IS.
En el proceso de selección quedaron descartadas las cámaras PowerShot de la serie A, como por ejemplo la Canon PowerShot A710 IS -que alguna vez tuve oportunidad de usar y que tiene controles manuales y buena calidad de imagen-, por ser un modelo más antiguo que tiene menor resolución (7.1 megapixels) y menos zoom (6x óptico). También quedaron descartadas las más nuevas PowerShot A1000 y PowerShot A2000, porque estas ya no vienen con controles manuales como sus predecesoras.
Finalmente opté por la PowerShot SX-110 IS que era más barata y un poco más pequeña. La Cyber-Shot DSC-H50 costaba alrededor de 400 $US y utiliza memorias Sony que son también más caras que las memorias SD comunes que utiliza la PowerShot. Otra diferencia fue la cuestión de las baterías. Mientras la Sony ultiliza baterías de litio recargables, la Canon utiliza baterías AA, que son también más baratas, se pueden llevar varios pares con uno y son más fáciles de conseguir en caso de urgencia.
Al final pagué poco menos de 300 $US por la SX-110 IS, incluyendo 4 baterías AA recargables con su cargador y una memoria SD de 4 GB.
La SX-110 IS es una cámara de 9.0 megapixels con zoom óptico 10x que es fácil de usar y tiene modos “simplificados” y automáticos ideales para esas situaciones en las que hay que pedirle a alguna otra persona tomar la foto y un estabilizador de imágenes óptico muy bueno que evita que las fotos salgan borrosas por movimientos de la cámara (temblor de la mano, etc.).
Te permite controlar la exposición de las fotos de distintas formas: ajustar la velocidad ISO (hasta 1600), ajustar la velocidad de obturación mientras la cámara ajusta automáticamente la apertura y viceversa y también te permite ajustar manualmente todo (ISO, apertura, tiempo de exposición, balance de blancos, colores, etc.).
Entre las críticas que se le hacen en distintos sitios en la red, están la duración de las baterías, aunque yo la he usado tomando fotos durante toda la tarde por 2 días sin tener que cambiar las pilas. Eso sí, es conveniente ajustar el autoenfoque para que solo se realice al presionar el botón y lo mismo para la estabilización de imagen, porque el tenerlos en modo continuo sí consume bastante más batería.
Por su tamaño y peso y la ausencia de un “agarrador” como en otras cámaras, es preferible usar siempre el cintillo, evitando así posibles caídas.
Tiene una pantalla bastante grande (de 3 pulgadas) pero no tiene visor y el tiempo de carga del flash es relativamente largo; de un par de segundos, dependiendo de la carga de las baterías.
Aquí les pongo un par de fotos de la cámara, tomadas a la rápida con el celular y una foto que saque con la cámara hace unos minutos a mi gata que sirvió de modelo (sin ningún tipo de post-edición, directo de la tarjeta de memoria).